El High Tech es un estilo que (como podrías imaginar) integra en la arquitectura elementos de la tecnología moderna e, incluso, futurista. Los edificios son principalmente pragmáticos y este uso de la tecnología tiene que estar al servicio del ciudadano, pero siempre dejando hueco a la capacidad de mostrar dicho uso. Por ejemplo, los edificios suelen tener muchos elementos metálicos y de cristal, las vigas y los conductos suelen estar a la vista, y en general se utilizan materiales pertenecientes, generalmente, a la industria.
Entre las obras más famosas que Norman Foster ha legado a la Humanidad se encuentran la cúpula del Bundestag en Berlín, uno de los símbolos de la ciudad; la renovación del Museo Británico (con su famoso patio central) o la Torre de Collserola, que gobierna la ciudad de Barcelona desde las alturas. No obstante, de lo que queremos hablar en el blog es de como efectivamente pone a la arquitectura al servicio del usuario.
El ejemplo principal que vamos a utilizar es el del Ayuntamiento de Londres, un edificio creado en 2002 y diseñado por Foster. Su silueta es claramente reconocible y, aunque puede recordar a otros edificios del arquitecto (como por ejemplo el Gherkin – «El pepinillo»), tiene un rasgo que lo diferencia sobre los demás y es que está inclinado. No como la Torre de Pisa, sino como si le hubiese dado un «golpe de viento».
Lo primero que hay que decir sobre el edificio es que es completamente sostenible. La eficiencia energética del edificio lo sitúa en un nivel E, lo cual lo convierte en un edificio virtualmente no contaminante. Además, destaca que las formas reducen ostensiblemente la superficie del edificio, y la escalera helicoidal que lo atraviesa por el centro, además de darle un aspecto como hemos dicho high tech, facilita la travesía por el mismo y la identificación de los pisos.
Pero volvamos a esa inclinación. Cualquiera podría pensar que dicha inclinación está hecha solamente para «hacer bonito», pero no es así. Hay una razón detrás, y es una razón práctica. Si pudieras definir cómo es un día en Londres, ¿qué dirías? Nublado y lluvioso, ¿verdad? Estarías en lo cierto.
Pues bien, dicha inclinación favorece dos cosas: una, la evacuación del agua: en caso de muchas lluvias, el agua resbalará más fácilmente y no cargará el edificio. Pero la más curiosa es la segunda: el edificio está inclinado exactamente a 35º – que es la inclinación máxima del Sol en su máxima elevación, de manera que en la inclinación más baja (en invierno), aprovecha la mayor parte del sol, mientras que en la parte más alta (en verano), reduce en todo lo posible la influencia del mismo. Y no solo eso, sino que en cada piso del Ayuntamiento hay un pequeño voladizo que crea una sombra sobre el piso interior, refrescando todavía más el edificio cuando esto es necesario: ¡y de manera retráctil!
Como ves, hasta la inclinación del Ayuntamiento de Londres se ha tenido en cuenta a la hora de diseñarlo: la arquitectura se ha puesto al servicio del ciudadano. Si quieres saber más, puedes buscar información sobre el Milennium Bridge, también de Foster y también en Londres, y verás otro ejemplo de la aplicación de la arquitectura High Tech por parte de uno de los arquitectos más representativos del siglo.
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